Ecografía músculo esquelética

Es un tipo de ecografía que permite explorar diversas estructuras del aparato músculo-esquelético, como músculos, tendones, ligamentos, bursas, cartílagos y superficies óseas

Al tratarse de un método dinámico, podemos observar zonas de nuestro organismo en movimiento, como por ejemplo la contracción de un músculo, el deslizamiento de un tendón, comprobar si existe rotura en un ligamento, o qué sucede al mover de una forma determinada una articulación.

 ¿Qué lesiones pueden verse?

  • Inflamatorias: de los tendones (tendinitis), de las bursas (bursitis), derrames de las articulaciones, abscesos, etc.
  • Degenerativas: Los tendones, ligamentos, cartílagos, etc, como consecuencia de determinadas enfermedades o de esfuerzos repetidos durante años, pueden sufrir un proceso de “desgaste” (cuando afecta las articulaciones hablamos de artrosis).
  • Traumáticas: contusiones, hematomas, roturas de fibras en músculos, tendones, ligamentos… son lesiones frecuentes como consecuencia de accidentes de todo tipo (laboral, deportivo, escolar, tráfico, doméstico, etc).
    La ecografía identifica estas lesiones, evalúa la gravedad y sirve también para valorar su evolución.
  •  Lesiones tumorales: quistes, tumores benignos y malignos de músculos, nervios, etc.
  • Localización de cuerpos extraños: la ecografía es el método ideal para detectar espinas de palmera, de pescado, de cactus, fragmentos de madera, metal, vidrio o piedra que con tanta frecuencia son motivo de accidente laboral, deportivo o doméstico. Debe hacerse siempre antes de intentar su extracción, ya que en ocasiones el cuerpo extraño puede estar fragmentado y se corre el riesgo de extraer solamente la parte visible desde fuera o la de más tamaño.
  • Compresiones neurales (por ejemplo Sindrome del túnel carpiano).
  • Complicaciones: La ecografía es muy útil para saber por qué una lesión no mejora en el tiempo previsto o no responde a un tratamiento. También tiene la gran ventaja sobre la resonancia de poder valorar zonas con material metálico, como por ejemplo un tobillo operado en el que se ha colocado una placa y tornillos.