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¿Qué significa la Prevención Cardiovascular en la Edad Pediátrica?

Dra. Nora Bueno – Especialista en Cardiología Pediátrica – Diagnus – MTSAC

La causa principal del daño cardiovascular en el adulto es la enfermedad  ateroesclerótica la cual permanece asintomática durante muchos años, pero comienza a desarrollarse desde edades tempranas de la vida  por la exposición a hábitos no saludables, tales como inadecuada alimentación, sedentarismo, estrés psicofísico, tabaquismo precoz etc. Su progresión dependerá en mayor medida de la modificación de los Factores de Riesgo Cardiovasculares.

Por lo cual la prevención debería iniciarse precozmente en la edad pediátrica, modificando o estimulando hábitos saludables en la población en general y con mayor énfasis  en aquellos que presentan enfermedades o situaciones especiales de alto riesgo, con más predisposición de padecer Enfermedad Cardiovascular como  adulto joven.

FACTORES DE RIESGO EN DISTINTAS ETAPAS DE LA INFANCIA:

Etapa prenatal: durante el desarrollo fetal y del recién nacido, existe la presencia de factores predisponentes, tales como la restricción de crecimiento intrauterino,  parto prematuro, bajo peso al nacer, macrosomía del recién nacido y diabetes gestacional, que suelen asociarse con incremento del riesgo de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y obesidad en el adulto.

Primer año de vida: tanto el retraso en el crecimiento o un rápido aumento de peso, son condiciones que se han relacionado con mayor riesgo de cardiopatía isquémica e hipertensión arterial en los jóvenes.

La alimentación a pecho materno se relaciona con menores niveles de presión arterial y menor riesgo de sufrir obesidad, actuando como un factor protector de enfermedad cardiovascular.

Niño y el adolescente: en ambas etapas existe exposición a los factores clásicos de riesgo cardiovascular, tales como sobrepeso/obesidad, hipertensión arterial, dislipemia, tabaquismo, adicciones, sedentarismo, diabetes y síndrome metabólico.

¿CÓMO PREVENIMOS LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR DESDE LA EDAD PEDIÁTRICA?

Prevención primaria: en base a la promoción de estilos o hábitos de vida saludables (alimentación adecuada, estimular el deporte en edades tempranas, combatir el tabaquismo, evitar  ingesta de alcohol y otras adicciones).

Promoción de una vida activa familiar y escolar, estimulando el ejercicio físico diariamente.

 Detección y tratamiento de los factores de riesgo: hipercolesterolemia familiar, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, obesidad y sobrepeso, tabaquismo, malos hábitos alimentarios y sedentarismo.

El tabaquismo, por ejemplo es uno de los principales problemas sanitarios de Occidente, siendo posible realizar una prevención precoz. El niño sufre la exposición al humo de tabaco (exposición pasiva) desde las primeras etapas de su vida si la madre es fumadora (es posible detectar concentraciones de nicotina en recién nacidos hijos de madres fumadoras).

El tabaquismo pasivo provoca múltiples alteraciones cardiovasculares por variados mecanismos y los hijos de padres fumadores están más predispuestos a muerte súbita, enfermedades respiratorias y consumo precoz de cigarrillos. Por ello se considera que el tabaquismo pasivo es una enfermedad pediátrica, no existiendo un nivel seguro de exposición.

CONTROL DEL NIÑO SANO. QUÉ SE RECOMIENDA VALORAR: 

Antecedentes en familiares directos de cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular e hipercolesterolemia familiar.

Las dislipemias tienen una prevalencia desconocida, en aumento en los últimos años.  El estudio  del perfil lipídico está indicado en niños mayores de 2 años y en adolescentes siendo importante descartar las causas genéticas, entre ellas la más frecuente es la hipercolesterolemia familiar.

Alimentación saludable durante el embarazo y  lactancia materna (pecho exclusivo durante los primeros 6 meses de vida), evitando la introducción precoz de alimentos sólidos. En niños mayores de 2 años limitar la ingesta de alimentos con alto contenido en grasas, azúcares refinados y sal.

En forma práctica se recomendamos:

  • Minimizar o eliminar el consumo de bebidas cola y jugos azucarados
  • Promover el consumo diario de frutas y verduras
  • Limitar el tiempo de horas pantalla/día a menos de dos, evitando TV y PC dormitorio del niño
  • Realizar las cuatro comidas principales, destacando la importancia del desayuno y el consumo de leche o sus derivados descremados
  • Evitar el consumo de alimentos muy calóricos
  • Controlar el tamaño de las porciones y evitar las comidas fuera de horario (picoteo)
  • Actividad física adecuada para cada etapa y según su maduración
  • Control de la tensión arterial: la hipertensión arterial suele ser asintomática en niños, por lo que el diagnóstico se realiza por la toma de la presión arterial, la que debe realizarse de rutina a todos los niños en los controles de salud anuales a partir de los 3 años y en situaciones especiales en todas las edades
CONCLUSIONES

La prevención de la enfermedad cardiovascular se alcanza detectando, diagnosticando y tratando los factores de riesgo desde la edad pediátrica e implica una toma de conciencia global de la sociedad y del equipo de salud sobre la real magnitud del problema latente; la intervención precoz sobre los factores de riesgo significa una inversión social en temas de salud y bienestar de la población en general, mejorando significativamente su calidad de vida adulta.